El otoño

Las hojas secas ruedan por el suelo acompañadas de bolsas de supermercados, de cajas, de trozos de periódico... el sol aún calienta pero te obliga a sudar gracias a un viento que te despeina de vez en cuando y obliga a tu parte presumida a subir la mano hacia el cabello para colocarlo bien.
Paso por delante de casa de Pep y veo su balcón cerrado, un balcón donde saliamos a fumar casi en silencio porque el vecino no nos oyerá, un balcón que ha sido testigo de varios goles y palizas antológicas en el Isspro.
Un otoño que empieza con ilusiones, con proyectos y con mucha ambición para por fin, asentarme en este mundo y realmente empezar a vivir como tal. Se ha acabado, el tiempo de vagear se quedó atrás, ahora toca trabajar, entrenar, amar, desear, amar... no tengo más proyectos vitales que el que nos une y espero poder estar a la altura...
El otoño me gusta!